Prueba Audi Q4. Con la economía de escala que impera en el mundo del automóvil sucede lo mismo –salvando las lógicas distancias– como con los partos múltiples: que aunque a todos los hijos se les quiere por igual, unos resultan más guapos que los otros. En el caso que nos ocupa, el Audi Q4, la novísima criatura de la familia e-tron de Audi, comparte plataforma (MEB) y genes con el Volkswagen ID.4 y el Skoda Enyaq. Para gustos, los colores, pero en mi humilde opinión, de los tres cuatrillizos conocidos –en breve conoceremos más detalles del Cupra Born, el cuarto hermano–, el ID.4 es el menos agraciado… Las comparaciones es lo que tienen, que son odiosas.
Sea como fuere, y esta es mi humilde opinión, el Audi Q4 goza de un aspecto muy atractivo, a lo que contribuye su imponente aspecto exterior, en especial su frontal y sus líneas de tensión.
En el interior, el Audi Q4 despliega su saber hacer, con un habitáculo que destila calidad, modernidad y buenos acabados, es decir, un Audi con todas las de la ley. En este sentido, me gusta especialmente el puesto de conducción, muy tecnológico, enfocado hacia el conductor, con dos enormes pantallas: de 10,25» del Virtual Cockpit, con control de voz natural, y de 11,6» del sistema de infotainment MMI táctil. Incluye servicios de Audi Connect y Audi phone box, sin olvidar Apple Car Play y Android Auto. Asimismo, el volante –con diseño achatado y nuevo diseño del logo de los cuatro aros– cuenta con controles táctiles de respuesta háptica, que funcionan de maravilla, tras haberlos podido probar durante el recorrido con el Audi Q4.
Otro detalle que me gusta del puesto de conducción es la consola central flotante en la que se ubica el selector de las marchas, el botón de arranque y otros controles. Debajo hay un enorme hueco portaobjetos en el que cabe de todo. En total, en todo el habitáculo hay huecos portaobjetos con un volumen total de 24,8 litros. Un aspecto que destaco en el Audi Q4 como en sus hermanos de plataforma MEB es el enorme espacio interior. En las plazas traseras no voy cómodo, sino lo siguiente. Hechas las presentaciones es hora de poner a prueba el Audi Q4. Accedo a su interior y como buen Audi encuentro la postura idónea con solo sentarme. Tengo por delante un recorrido de unos 120 km, sobre todo con mucho tramo por puertos de montaña.
Para esta primera toma de contacto, elijo el motor que, según los responsables de Audi en España va a acaparar la mayoría de las ventas: Q4 e-tron 40 de 150 kW (204 CV), tracción trasera, batería de 82 kWh y hasta 519 km de autonomía (ciclo WLTP). Es decir, con esta autonomía podría convertirse en el primer coche de la familia sin problemas. Y, además, el primer coche eléctrico.